Ya en la década de los 60, artistas conceptuales como Marcel Duchamp y corrientes como el dadaísmo, el fluxus, el surrealismo, el neorrealismo y los llamados happenings, incorporaron el chocolate a las obras de arte.
La finalidad era usar metáforas y alegorías representadas con el simbolismo efímero de una obra de chocolate, manifestando las percepciones de sus creadores, que en ocasiones involucraban al público para completar la obra estimulando sus sentidos, no sólo la vista sino también el tacto, el olfato y el gusto.
En base a eso me gustaría interactuar con la gente por medio de una mesa o espacio un tanto surreal donde expuestos a distintas miradas dulces tentaciones comestibles, y no comestibles, grandes o miniaturas.
Así pues mi casa la intimidad de mis preparaciones el acto casi pecaminoso de la elaboración y manufactura de la elaboración de golosinas dejarían la casa para formar parte de la calle de otros individuos, con piezas ajenas a ellos que incorporan la comida y el acto de comer como elementos de reflexión a través de acciones que comportan la participación activa del espectador.
Sonja Alhäuser
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